Centenário de Vasco de Magalhães-Vilhena (1916 - 1993)
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Vasco de Magalhães-Vilhena
Historiador Social das Ideias - Jornada de Homenagem
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Vasco de Magalhães-Vilhena
Historiador Social das Ideias - Jornada de Homenagem
GUITARRA EN DUELO MAYOR
I
Soldadito de Bolivia,
soldadito boliviano,
armado vas con tu rifle,
que es un rifle americano,
soldadito de Bolivia,
que es un rifle americano.
II
Te lo dio el señor Barrientos,
soldadito boliviano,
regalo de mister Johnson,
para matar a tu hermano,
para matar a tu hermano,
soldadito de Bolivia,
para matar a tu hermano.
III
¿No sabes quien es el muerto,
soldadito boliviano?
El muerto es el Che Guevarra,
y era argentino y cubano,
soldadito de Bolivia,
y era argentino y cubano.
IV
El fue tu mejor amigo,
soldadito boliviano,
el fue tu amigo de a pobre
del Oriente al altiplano,
del Oriente al altiplano,
soldadito de Bolivia,
del Oriente al altiplano.
V
Esta mi guitarra entera,
soldadito boliviano,
de luto, pero no llora,
aunque llorar es humano,
aunque llorar es humano,
soldadito de Bolivia,
aunque llorar es humano.
VI
No llora porque la hora,
soldadito boliviano,
no es de lagrima y pañuelo,
sino de machete en mano,
sino de machete en mano,
soldadito de Bolivia,
sino de machete en mano.
VII
Con el cobre que te paga,
soldadito boliviano,
que te vendes, que te compra,
es lo que piensa el tirano,
es lo que piensa el tirano,
soldadito de Bolivia,
es lo que piensa el tirano.
VIII
Despierta, que ya es de día,
soldadito boliviano,
esta en pie ya todo mundo,
porque el sol salió temprano,
porque el sol salió temprano,
soldadito de Bolivia,
porque el sol salió temprano.
IX
Coge el camino derecho,
soldadito boliviano;
no es siempre camino fácil,
no es fácil siempre ni llano,
no es fácil siempre ni llano,
soldadito de Bolivia,
no es fácil siempre ni llano.
X
Pero aprenderás seguro,
soldadito boliviano,
que a un hermano no se mata,
que no se mata a un hermano,
que no se mata a un hermano,
soldadito de Bolivia,
que no se mata a un hermano.
Para ver e ouvir Paco Ibañez a cantar «Guitarra en duelo mayor (Soldadito Boliviano)» de Nicolas Guillen:
adaptado de um e-mail enviado pelo Jorge
guajira, son cubano
Con tanto inglé que tú sabía,
Vito Manué,
con tanto inglé no sabe ahora
decir ye;
La americana te busca,
y tú la tienes que huir.
Con tanto inglé que tú sabía,
Vito Manué,
con tanto inglé no sabe ahora
decir ye;
La americana te busca,
y tú la tienes que huir.
La americana te busca,
y tú la tienes que huir.
Tu inglé era detrai guan,
detrai guan y guan tu tri.
Tú no sabe inglé, Vito Manué,
tú no sabe inglé.
Tú no sabe inglé, Vito Manué,
tú no sabe inglé, Vito Manué,
tú no sabe inglé, Vito Manué,
tú no sabe inglé.
No te enamore más nunca,
Vito Manué, si no sabe inglé…
Si no sabe inglé, Vito Manué,
tú no sabe inglé,
tú no sabe inglé, Vito Manué,
tú no sabe inglé.
Nicolas Guillen / Emilio Grenet
Para ver e ouvir várias interpretações da «Tú no sabe inglé» de Nicolas Guillen:
Tú no sabe inglé - Nicolás Guillén Coro Profesional de Camagüey
Tú no sabe inglé - Nicolás Guillén Coro Profesional de Camagüey
IVCertamen Polifonía Ciudad Motril: Coral Armiz "Tú no sabe inglé" Coral Armiz de Motril
"Vito Manué". Poema de Nicolás Guillén, Cantado por Ignacio Villa (Bola de Nieve)
adaptado de um e-mail enviado pelo Jorge
Soneto
Nicolás Guillén / Amaury Pérez
Para ouvir Amaury Pérez e Ana Belén a interpretar «Soneto» de Nicolas Guillen clicar AQUI e AQUI
Para Ver:
adaptado de um e-mail enviado pelo Jorge
LA MURALLA
Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos:
Los negros, su manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Ay,
una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte.
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—Una rosa y un clavel...
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El sable del coronel...
—¡Cierra la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—La paloma y el laurel...
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El alacrán y el ciempiés...
—¡Cierra la muralla!
Al corazón del amigo,
abre la muralla;
al veneno y al puñal,
cierra la muralla;
al mirto y la yerbabuena,
abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor,
abre la muralla...
Alcemos una muralla
juntando todas las manos;
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte...
Para ver e ouvir várias interpretações da «La muralla» de Nicolas Guillen:
"La muralla". Poema de Nicolás Guillén, Cantado por Ana Belén
adaptado de um e-mail enviado pelo Jorge
ALLÁ LEJOS...
Cuando yo era muchacho
(hace, ponga el lector cincuenta años)
había gentes grandes e ingénuas
que se asustaban con una tángana callejera
o una bulla de tragos
en un bar. Eran las que exclamaban:
– ¡Dios mío, qué dirán los americanos!
Para algunos,
ser yanqui en aquella época
era como ser casi sagrado:
la enmienda Platt, la intervención
armada, los acorazados.
Entonces no era presumible
lo que es hoy pan cotidiano:
el secuestro de un coronel
gringo al modo venezolano;
o el de cuatro agentes provocadores,
como en Bolivia han hecho nuestros hermanos;
ni los definitivos barbudos de la Sierra, claro.
Hace cincuenta años,
nada menos que en la primera plana de los diarios
aparecían las últimas noticias del beísbol
venidas de Nueva York.
¡Qué bueno! ¡El Cincinnati le ganó al Pittsburg,
y el San Luis al Detroit!
(Compre la pelota marca «Reich», que es la mejor).
Johnson, el boxeador,
era nuestro modelo de campeón.
Para los niños, la Castoria de Fletcher
constituía el remedio indicado
en los casos (rebeldes)
de enteritis o indigestión.
Un periódico
entre sus adelantos incluyó
una página diaria, en inglés, para los yanquis:
«A cuban-american paper
with the news of the world».
Nada como los zapatos Walk-Over
y las píldoras del Dr. Ross.
El jugo de la pina criolla
no fue más
el de ananás:
la Fruit Juice Company
dijo que era «huelsencamp».
Viajábamos por la Munson Line hasta Mobila,
por la Southern Pacific hasta Nueva Orleans,
por la Ward Line hasta Nueva York.
Había Nick Carter y Búfalo Bill.
Había el recuerdo inmediato grasiento esférico de Magoon,
gangster obeso y gobernador,
entre ladrones y ladrones, el Ladrón.
Había el American Club.
Había el compuesto vegetal de Lidia E. Pinkham.
Había el Miramar Garden
(con lo fácil que es jardín en español).
Había la Cuban Company para viajar en tren.
Había la Cuban Telephone.
Había un tremendo embajador.
Y sobre todo, ¡cuidado,
que van a venir los americanos!
(Otras gentes que no eran tan ingenuas
solían decir:
¡Anjá! Conque ¿van a venir,
no están aquí?).
De todos modos,
ellos si que eran grandes,
fuertes,
honestos a más no pedir.
La nata y la flor.
Ellos eran nuestro espejo
para que las elecciones fueran rápidas y sin discusión;
para que las casas tuvieran siempre muchos pisos;
para que los presidentes cumplieran con su obligación;
para que fumáramos cigarrillos rubios;
para que mascáramos chuingón;
para que los blancos no se mezclaran con los negros;
para que usáramos pipas en forma de interrogación;
para que los funcionários fueran enérgicos e infalibles;
para que no irrumpiera la revolución;
para que pudiéramos halar la cadena dei water-closer
de un solo enérgico tirón.
Pero ocurrió
que un día nos vimos como los niños cuando se hacen hombres
y se enteran de que aquel honorable tío que los sentaba en sus rodillas
estuvo en presidio por falsificador.
Un día supimos lo peor.
Como y por qué
mataron a Lincoln en su palco mortuorio.
Como y por qué
los bandidos allá son luego senadores.
Como y por qué
hay muchos policías que no están en prisión.
Como y por qué
hay siempre lágrimas en la piedra de todos los rascacielos.
Como y por qué
Tejas de un solo hachazo fue desgarrada y conducida.
Como y por qué
no son ya de México la viña ni el pomar de California.
Como y por qué
los infantes de marina mataron a los infantes de Veracruz.
Como y por qué
vio Dessalines arriada su bandera en todos los mástiles de Haiti.
Como y por qué
nuestro gran general Sandino fue traicionado y asesinado.
Como y por qué
nos llenaron el azúcar de estiércol.
Como y por qué
cegaron su propio pueblo y le arrancaron la lengua.
Como y por quê
no es fácil que éste nos vea y divulgue nuestra simple verdad.
Como y por qué.
Venimos de allá lejos, de allá lejos.
Un día supimos todo ésto.
Nuestra memoria fija sus recuerdos.
Hemos crecido, simplemente.
Hemos crecido, pero no olvidamos.
Nota:
Há um CD de Mário Viegas, que se recomenda, em que ele declama esta poesia, traduzida:
Há muito tempo / Nicolas Guillen; Trad. de Manuel Seabra.
Ver:
adaptado de um e-mail enviado pelo Jorge
In Autor/a: Guillén, Nicolás (1902-1989); [Biblioteca de autor]; Título: Tengo (1964)
adaptado de um e-mail enviado pelo Jorge
Nicolás Cristóbal Guillén Batista (10 de Julho de 1902 - La Habana 16 de Julho de 1989)
adaptado de um e-mail enviado pelo Jorge
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