- Hace muchos años, siquiera unas cuatro décadas, había un personaje en Montevideo que se reunía con un joven dibujante llamado Eduardo Hughes Galeano con el propósito de darle ideas para la elaboración de sus caricaturas, llamado Raúl Sendic, el inspirador del Frente Amplio del Uruguay…
- Y jefe guerrillero de los Tupamaros, aunque en aquella época todavía no lo era. Es verdad, cuando yo era un niño, casi de catorce años, y empecé a dibujar caricaturas, él se sentaba a mirar y me daba ideas, era un hombre bastante mayor que yo, con cierta experiencia, y todavía no era lo que después fue: el fundador, organizador y jefe de los Tupamaros. Recuerdo que le dijo a don Emilio Frugoni que por entonces era el jefe del Partido Socialista y director del semanario donde yo publicaba unas caricaturas tempranas, señalándome: “Este va a ser o presidente o gran delincuente”. Fue una buena profecía y terminé siendo gran delincuente… (Risas).
- ¿El hecho de que hoy el Frente Amplio esté gobernando el Uruguay y que un ex guerrillero como Pepe Mujica tenga posibilidades de ganar las elecciones presidenciales constituye una reivindicación a la memoria de Sendic?
- Sí, y de todos los que participaron en una lucha muy larga para romper el monopolio de dos, el bipolio ejercido por el Partido Colorado y el Partido Nacional durante casi toda la vida independiente del país. El Frente Amplio irrumpe hace muy poquito en el escenario político nacional y me parece muy positivo que esté gobernando ahora, aparte de que yo no coincido con todo lo que se hace y además creo que no se hace todo lo que se debería hacer. Pero eso no tiene nada que ver porque al fin y al cabo la victoria del Frente Amplio fue también una victoria de la diversidad política que yo creo que es la base de la democracia. En el Frente coexisten muchos partidos y movimientos diferentes, unidos por supuesto en una causa común pero con sus diversidades y diferencias, y yo las reivindico, para mí eso es fundamental.
- ¿Qué representa para usted como uruguayo el hecho de que un dirigente emblemático de la izquierda como Pepe Mujica, ex guerrillero tupamaro, tenga amplias posibilidades de llegar a la Presidencia de la República de su país?
- Con algún chance, no va a ser es fácil, vamos a ver qué pasa, pero creo que es un proceso de recuperación, la gente se reconoce justamente en el Pepe Mujica porque es radicalmente diferente de los políticos nuestros tradicionales, en su lenguaje, hasta en su aspecto y todo, por más que él ha tratado de vestirse de fino caballero no le sale bien, y expresa muy bien una necesidad y una voluntad popular de cambio. Creo que sería bueno que él llegara a la Presidencia, vamos a ver si ocurre o no, de todos modos el drama del Uruguay como el del Ecuador, por cierto, país en el que estamos conversando este momento, es la hemorragia de su población joven. O sea, la nuestra es una patria peregrina; en su discurso de posesión el presidente Rafael Correa habló de los exiliados de la pobreza y la verdad es que hay una enorme cantidad de uruguayos mucho más de lo que se dice, porque no son oficiales las cifras, pero no menos de 700 mil, 800 mil uruguayos en una población pequeñísima porque nosotros en el Uruguay somos 3 millones y medio, esa es una cantidad inmensa de gente afuera, todos o casi todos jóvenes, entonces han quedado los viejos o la gente que ya ha cumplido esa etapa de la vida en la que uno quiere que todo cambie para resignarse a que no cambie nada o que cambie muy poquito.
«TeleSUR (La Nueva Televisora del Sur) es una cadena de televisión pan-Latinoamericana que transmite en señal abierta y por satélite con sede en Caracas, Venezuela. Telesur fue impulsada con la misión de ser un instrumento hacia la "consolidación del ideal bolivariano" a través de la integración de América Latina y como contrapeso a lo que los gobiernos que la auspician consideran una "visión distorsionada de la realidad de América Latina por las televisoras foráneas que transmiten a la región", tales como la CNN, Univisión, la BBC, TVE y Deutsche Welle».
«La Nueva Televisora del Sur, C.A. es, de acuerdo a su sitio de Internet una compañía pública que tiene gobiernos latinoamericanos como sus auspiciadores. Sus auspiciadores son los gobiernos de Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela. La agenda noticiosa de la cadena es determinada por su Consejo de Administración, con la ayuda de un consejo consultivo formado por varios intelectuales latinoamericanos e internacionales de prestigio como el Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel, el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, los escritores Eduardo Galeano, Tariq Ali, Saul Landau, el redactor jefe de Le Monde diplomatique e historiador Ignacio Ramonet, el productor de cine argentino Tristán Bauer, el programador y pionero del software libre Richard Stallman y el actor y activista norteamericano Danny Glover. La cadena no difunde ningún tipo de publicidad comercial».
A comunicação social nos nossos dias reproduz como nunca a ideologia dominante. Seja na TV, na rádio ou nos jornais. A forma como a generalidade da comunicação social cobriu as recentes eleições na África do Sul são um bom espelho do que afirmamos.
Apetece perguntar: quais seriam as notícias publicadas pelos media ditos de referência se num qualquer país da Europa ou da América do Norte (em relação à América Central e à América do Sul o caso já muda de figura…), um partido político ganhasse as eleições com 65,9 por cento dos votos? E se houvesse uma participação eleitoral da ordem dos 77,3 por cento?
Imaginemos França, Inglaterra, Alemanha ou Canadá. Cantar-se-iam loas à democracia e aos candidatos eleitos. Falar-se-ia de legitimidade democrática e do bom funcionamento do sistema. Escrever-se-ia sobre uma liderança política legitimada de forma indiscutível. E não venham dizer que isto é especulação. Os exemplos nas últimas dezenas de anos abundam e aí estão para o provar.
Mas sobre a África do Sul não. O essencial, a vitória do ANC com dois terços dos votos expressos (11650748 em cerca de 23 milhões de votantes inscritos), 264 deputados em 400, triunfo em 8 das 9 províncias, 126 representantes em 184 no Conselho Nacional das Províncias (Câmara Baixa do Parlamento) é sistematicamente desvalorizado. O acessório, o não ter alcançado os dois terços dos deputados eleitos (faltaram escassos 3 lugares), é promovido à categoria de quase derrota do ANC.
Significativamente é em vão que procuramos uma notícia que nos informe que em quase todos os países Europeus e da América do Norte com 65,9 por cento dos votos qualquer partido teria muito mais que dois terços dos deputados. Portugal incluído. E isto graças a sistemas eleitorais muito «democráticos» onde, por exemplo, o partido trabalhista de Tony Blair com menos do que 50 por cento dos votos obteve sucessivas maiorias absolutas bastante folgadas.
É também em vão que procuramos uma análise objectiva do novo Presidente da África do Sul Jacob Zuma. E era fácil. Bastava transcrever o que sobre ele disse e escreveu Nelson Mandela ao manifestar-lhe o seu apoio. Tal como são quase nulas as notícias que referem que ficou claramente provado que os processos por corrupção (que abrangeram também dirigentes do Partido Comunista) foram desencadeados com fins políticos por ministros do governo de Thabo Mbeki (que saíram do ANC e fundaram um novo partido). Que elementos dos órgãos de segurança do Estado e do aparelho judicial tudo fizeram para manipular factos e provas. Que a comunicação social dominante na África do Sul tentou de múltiplas formas desacreditar Jacob Zuma e a nova liderança do ANC.
Mas encontramos coisas ridículas como o «facto» de Zuma ter sido condenado a dez anos de prisão, não pela sua actividade no ANC, mas «por tentar deixar o país clandestinamente, aos 21 anos». Curiosamente, ou talvez não, a mais objectiva análise vem de onde menos se poderia esperar. De um inimigo de ontem: Roelof “Pik” Botha.
O mesmo para as propostas políticas do ANC geralmente arrumadas na categoria de «populistas». E porquê? Porque põem uma muito grande ênfase na prioridade à resolução dos problemas das camadas trabalhadoras e da população mais desfavorecida do país. Prioridade no combate à pobreza e ao desemprego. Promessas que tudo indica serem para cumprir, esse é o problema para certos poderes, e não para ficar no papel.
Mas nada disto nos surpreende. Basta ler o que Eduardo Galeano (o tal do livro oferecido por Chavez a Obama) sobre o processo na Venezuela. Onde recorda que nunca em parte alguma do mundo um presidente eleito se submeteu a meio do mandato a uma consulta eleitoral revocatória. E Hugo Chavez fê-lo. Mas toda (quase) a comunicação social dominante escondeu este «simples» facto. Especialista em Sistemas de Comunicação e Informação